Amor de telenovela
Irina Pineda
Era un día muy lindo en la ciudad de Madrid y una chica muy simpática, atenta y carismática llamada Martina, estaba sola sentada en el parque y se veía desanimada, triste, apagada, como si no tuviera ganas de hacer nada. Mientras ella estaba en el parque se le acerca un chico llamado Javier y le pregunta: “Te pasa algo”, ya que se la veía mal, a lo que la chica le responde: "no, me siento mal por un problema familiar que sucedió y salí a dar una vuelta para tratar de olvidarme de todo”, él al escuchar su voz queda asombrado y le pregunta el nombre y si puede quedarse a hacerle compañía para que ella no se sienta muy sola y mucho peor, ella amablemente le dice: "claro, si tú quieres puedes quedarte” y empiezan a conversar de muchas cosas y de un rato a otro Martina rompe en llanto y Javier al no saber qué le pasaba no sabía qué hacer para ayudarla o por lo menos tranquilizarla un poco. Ella llorando sin consuelo lo abraza y le dice: “mis padres tienen problemas y se quieren separar y yo no quiero eso”, Javier solo la abrazo y le dijo: “todo va a estar bien y los problemas de tus papas se van a solucionar, lo único que puedes hacer ahora tu es darles tu apoyo, aunque te duela saber que pueden separarse." Ella le agradece y se disculpa por haberlo abrazado así y sin conocerse demasiado y él le dice que no hay ningún problema. Después de diez minutos más de charla ella le pide la hora y al darse cuenta que era muy tarde se despide y se va a su casa, Javier al ver que ella se perdía entre la gente se empezó a sentir triste porque en realidad Martina le había gustado y pensó que no la iba a ver nunca más.
Martina cuando llegó a su casa se sentía mucho mejor ya que se pudo desahogar un poco y eso la aliviaba muchísimo. Ella no dejaba de pensar en el chico que le ayudo y la escuchó; le pareció un chico muy amable y cariñoso, aunque no lo conocía muy bien, ella creyó que no iba a encontrar una vez más a Jorge y ya estaba resignada a no volverlo a ver, pero después de más o menos dos meses mientras ella estaba en un centro comercial y de repente se tropezó con una persona y ella no vio quien era hasta que se levantó y pidió disculpas por ser tan torpe, cuando se vieron mutuamente los dos tuvieron una sonrisa en su cara y se notaba que Jorge no había dejado de pensar en ella y ella en él. Los dos sentían esa sensación de maripositas en el estómago y se los veía muy felices. Jorge la vio y le dijo: “hey, hola como estas?” y ella le respondió: “hola, muy bien y tú?” y siguieron conversando por un tiempo, ahí intercambiaron números y empezaron a tener una muy bonita amistad que cada día se iba fortaleciendo más y más. Ellos salían casi todos los días a conversar y pasar un rato juntos y sin darse cuenta se fueron enamorando uno del otro y Martina se había olvidado de todos sus problemas estando con él ya que siempre la apoyaba y le daba muy buenos consejos. Los dos se sentían muy afortunados de tenerse entre sí y un día Jorge no pudo evitarlo más y le dijo: “Oye, sabes tengo que decirte algo muy importante que estoy guardando desde que te volví a encontrar en el centro comercial” y ella asombrada le respondió: “dime, que paso!?, no me asustes” y el con mucho miedo de lo que pueda pasar después de decirle eso le dijo: “Lo que pasa es que desde ese día empecé a sentir por ti un cariño muy grande y pues creo que me gustas” y Martina tenía sentimientos encontrados se sentía muy feliz y emocionada ni ella sabía exactamente lo que sentía en esos momentos y después de un largo silencio incómodo le dijo: “ pues para serte sincera me paso lo mismo…” y los dos muy emocionados se abrazaron y él no tardó en pedirle a Martina que sea su novia a lo que ella respondió muy entusiasmada “sí, claro que sí”.
A partir de ese día los dos fueron mucho más que una pareja, fueron mejores amigos, confidentes y había mucha confianza entre ellos dos. Un día en el que ellos cumplían meses de estar juntos él muy seguro de lo que hacía le dio una sorpresa muy hermosa y grande; la llevó a un viaje y en ese viaje le pidió si quería ser su esposa, ella como lo amaba con todo su ser aceptó y juntos empezaron a planearla, entre ellos dos había mucha más conexión. Hasta que por fin llegó el día de su boda ellos estaban demasiado felices y cuando los dos dieron el “si” dijeron: “nuestro amor es un amor de telenovela” y se fueron juntos a su nuevo hogar a disfrutar de una vida que les quedaba por delante.
Comments