Equidad en la democracia
Valeria Hidalgo
Introducción:
La base de la construcción democrática es reconocer la participación igualitaria de hombres y mujeres, que es un requisito básico para garantizar el desarrollo social, económico, político y cultural.
Desarrollo:
La igualdad democrática se refiere a una serie de responsabilidades, deberes y obligaciones. Existe un principio dual universal, que nos comenta que todos somos iguales, sin importar las circunstancias especiales que existan para que cada persona sea igual sin importar su género.
La democracia tiene un nivel sustantivo y un nivel formal. El primero se refiere al sistema político y las relaciones de poder entre diferentes clases y grupos sociales, es decir, la conexión entre sistemas políticos, estructuras socioeconómicas y modelos culturales.
Se expresa en la forma en que las personas participan en el sistema político, los requisitos del sistema político, la forma en que se maneja el sistema político y la capacidad de movilizar recursos, dominar decisiones y calibrar las acciones. El segundo se refiere en su sentido formulado puede cruzarse con otra selección, que es una forma de sociedad política entre una forma y una materia.
¿Por qué es importante que tanto hombres como mujeres tengan los mismos derechos democráticos?
Ahora, si hablamos de democracia es necesario que siga existiendo una regularidad entre mujeres y hombres. Las mujeres desde el siglo XIX lucharon por manifestar su libertad de expresión y a una rectitud política. La mujer siempre ha estado en una perseverante lucha para que exista o se dé una verdadera alteración social y política en la que ella pueda ser partícipe de los mismos tributos que el hombre. El rol político hasta hace poco, podemos declarar que era machista o excluyente, requerido a que no permitía la participación de la mujer.
Las mujeres siempre han tenido acciones de disposición en los procesos y cambios sociales, sin embargo, no siempre ha sido reconocida su participación y pelea. Es inquietante y positivamente interesante que las mujeres sean parte de las actividades sociales, no por cubrir un escote de género, como aceptablemente se puede radicar dando en la actualidad. Cabe recalcar que como instituto no debemos poseer una ilusión en la cual se vea a la dama en especie de inferioridad y como un ser menospreciado porque no se le había permitido acogerse a las actividades sociales por parte de los hombres. Y que, por la misma razón, sean ellos los que tengan la necesidad de realizar las mismas actividades sociales.
Conclusión:
La equidad es muy importante en todo sentido, ya sea en lo habitual o sociopolítico; tanto hombres como mujeres deben tener los mismos derechos y beneficios, ya que son capaces de las mismas cosas.
Aunque la igualdad y equidad pareciera ser lo mismo es muy importante destacar que no lo son, ya que la igualdad implica recibir el mismo trato sin importar sus diferencias, en cambio, la equidad defiende que todos debemos tener las mismas oportunidades.
Si bien es cierto que son términos semejantes, existe una gran diferencia entre ellos, por consiguiente, es muy importante mencionar y denotar sus diferencias, así podremos marcar una brecha, que nos permita identificar las características de cada uno de ellos y poderlas implementar en nuestra vida diaria.
Citas
Según Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres (5 de mayo de 2011):
Antes de nada, debemos atender las dificultades que aciertan las damas en el momento de contribuir en el proceso electoral y su agilidad para ejercer una verdadera opción en las elecciones. En segundo lugar, debemos tener presente si los espacios son establecidos para que las damas modulen las preferencias sobre las políticas o manifestar su voz. Y por último todas las instituciones democráticas públicas deberían rentar cuentas a las mujeres.
Según Karla Karina Peñate Pinto Estudiante de la licenciatura en derecho de la División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades (8 de marzo de 2017):
La participación de las mujeres dentro de la vida política, está estrechamente ligada al ejercicio de los derechos de las mujeres. No obstante, si no existe una política plena y equitativa no puede haber una verdadera democracia. Las mujeres desde el siglo XIX lucharon por ejercer su derecho al voto y a una equidad política.
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